Fernando Burgos es un polifacético profesional, especializado en dirección y gestión de proyectos innovadores con carácter tecnológico. Ha asumido responsabilidades directivas en las áreas: económico-financiera, tecnológica, operativa y de desarrollo de negocio. Experto en Smart Citizens y Smart Cities, comparte en esta entrevista sus puntos de vista sobre Innovación social y economía inteligente, sostenibilidad e infraestructuras, digitalización e inteligencia artificial, etc.
Madrid 9 de octubre de 2022
En el año 2004, el Ministerio de Industria del Gobierno presidido por el Sr. Rodríguez Zapatero elaboró el primer programa de “Ciudades Digitales”, término que derivó en el actual anglicismo “Smart Cities” ¿Como experto en la materia, puede explicarnos qué hay detrás de este concepto, cómo lo entiende la ciudadanía y en qué se está traduciendo en España?
La verdad es que el término “Smart Cities” o “Ciudades Inteligentes” no me gusta porque al traducirlo perdemos mucho significado y no es descriptivo de todo lo que implica (es un concepto complejo con muchos matices y aspectos involucrados), pero se ha impuesto por lo que no me queda otro remedio que utilizarlo. Detrás de este concepto existe un movimiento global que desde hace años pretende transformar la forma en que se planifican y gestionan las ciudades y todos sus servicios, así como la forma de relacionarse entre los ciudadanos y su ciudad. La clave es aprovechar para ello las herramientas tecnológicas y una estrategia basada en datos, pero por encima existe toda una metodología y una “filosofía” de transformación en la gobernanza de las ciudades.
El grado de conocimiento por parte de la ciudadanía sigue siendo bajo. En muchas ciudades, los ciudadanos empiezan a ver determinadas aplicaciones o mejoras que les resultan útiles, pero no lo asocian con el concepto de “Smart City”. Es verdad que en la actual fase de desarrollo la mayoría del trabajo que se está haciendo es de carácter interno, de gestión municipal, por lo que el ciudadano todavía interactúa poco. Pero sin duda, en fases más avanzadas del proceso, esto cambiará y nos transformaremos en verdaderos «Smart Citizens«.
Lo primero que hay que entender es que la evolución de una ciudad hacia una “ciudad inteligente” es un proceso que dura muchos años y no depende de ejecutar unos pocos proyectos más o menos tecnológicos. Es mucho más complejo y global. No es lineal, es distinto en cada ciudad, y no tiene una meta de llegada sino hitos intermedios. Dicho esto, España es líder mundial en la adopción del concepto de “ciudades inteligentes”. Somos pioneros y referentes a nivel mundial. El proceso de normalización que se ha hecho aquí ha sido la base para muchas de las normas internacionales que se están generando. Concretando más, gracias al apoyo de Red.es (con sus distintas convocatorias), y a fondos europeos como los provenientes de las EDUSI, actualmente se están ejecutando proyectos relacionados con las Smart Cities y “Destinos Turísticos Inteligentes” en numerosos municipios españoles. Algunas ciudades pioneras ya tenían un camino recorrido, pero podemos decir que ahora es cuando se está generalizando la ejecución de este tipo de proyectos. Quizás es pronto todavía para que el ciudadano note el beneficio en su día a día, pero se están poniendo las bases imprescindibles para que ese momento llegue en un futuro próximo. Como comentaba anteriormente, evolucionar hacia una “Smart City” es un proceso largo en el que hay que completar muchas etapas previas de carácter interno, antes de que el ciudadano sea consciente del beneficio que implica.
Desde el actual Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital se sigue desarrollando los Planes de Ciudades y Territorios Inteligentes con el objetivo de Impulsar esta “industria” en España ¿En qué situación se encuentra la ejecución de proyectos vinculados a este Plan y cómo afecta a los profesionales y empresarios de su sector?
A través de la entidad Red.es se lleva años impulsando este movimiento, además evolucionando el enfoque desde las ciudades a los territorios, a los destinos turísticos inteligentes, a los edificios conectados, etc. Creo que siempre ha habido un espíritu de colaboración publico privada imprescindible para sacar estos proyectos adelante. El cliente final son las administraciones locales, que necesitan cofinanciación externa para poder acometer estos proyectos. En este momento hay muchos proyectos en ejecución porque se han podido licitar gracias a convocatorias de fondos como las que he mencionado anteriormente. Confío en que seguirán apareciendo nuevas convocatorias gracias a los fondos europeos que permitan seguir consolidando lo realizado y avanzando en este proceso hacia las “ciudades inteligentes”
Según datos del Gobierno, el 80% de la población vive en núcleos urbanos ¿Se están desarrollando proyectos “Smart City” en el ámbito rural para ese otro 20% de la población?
Sí, en el sector ya tenemos plenamente asumido el concepto ”territorio inteligente”. En España hay mucha diversidad de casos y no todo se reduce a lo que ocurre en las grandes ciudades. Por otra parte, hay que entender que cualquier núcleo de población no es un ente aislado autocontenido en las fronteras de su término municipal. Hay fuertes dinámicas y relaciones entre los núcleos de población, su entorno, y otros núcleos de población próximos. Al hablar de “territorios inteligentes” buscamos extrapolar las ventajas de la “Smart City” a esta realidad. Algo muy importante en muchas de nuestras comunidades autónomas ahora que tanto se habla de la “España vaciada”.
Por un tema legal, los municipios de menos de 20.000 habitantes tienen muy difícil acceder directamente a la cofinanciación necesaria para este tipo de proyectos. Se hace necesaria la implicación de Diputaciones Provinciales y Comunidades Autónomas para apoyarles. Y hay que destacar que algunas Diputaciones Provinciales sí que están comprometidas con evolucionar hacia estos “territorios inteligentes” y están ejecutando proyectos muy interesantes en este sentido.
Recientemente se ha celebrado en Palma (Mallorca), el “II Congreso de la Red Española de Ciudades Inteligentes”, organizado por la RECI, bajo el título “Inteligencia para ciudades sostenibles” ¿A qué conclusiones se ha llegado en dicho evento, tras la participación de más de 50 ponentes nacionales e internacionales y cuáles han sido los compromisos adquiridos por la ministra Nadia Calviño en su intervención?
En cuanto a los compromisos de la ministra no hubo ningún anuncio, siendo una intervención telemática puramente institucional. Sí que me gustaría destacar el apoyo visto en el congreso por parte de Red.es y la FEMP a la RECI (Red Española de Ciudades Inteligentes) y por consiguiente al movimiento de las “ciudades inteligentes”.
Sin entrar en el destalle de las conclusiones que sería extenso, hay que recordar que se ha conmemorado la celebración hace 10 años de la asamblea fundacional que tuvo lugar en Valladolid. Para los que estuvimos en esa asamblea, el congreso ha sido un momento de reflexión y balance sobre el camino recorrido en estos diez años. Tras unos primeros años, anteriores incluso a la fundación de la RECI, en la que estábamos un reducido grupo de entusiastas del concepto con más contenido teórico que proyectos concretos, se ha ido evolucionando hasta alcanzar una etapa de madurez. En el momento actual hay un ecosistema consolidado donde participan administraciones y empresas, con una base amplia de técnicos municipales y profesionales privados que interactúan en una dinámica muy positiva. Existe un mercado de las “Smart Cities” con proyectos que generan empleo y conocimiento. Comenzamos a ver resultados tangibles de aquello sobre lo que teorizábamos hace 10, 12 o 15 años.
Para alcanzar este punto de madurez del sector, quiero destacar la importancia de la RECI como catalizador del fenómeno en España. Es una muy buena práctica digna de convertirse en caso de estudio a nivel mundial. Como suele suceder en estos casos, producto del empuje e ilusión de unos pioneros visionarios a los que se van incorporando algunos entusiastas seguidores en las primeras fases. Personalmente he tenido la enorme satisfacción de reencontrarme en el congreso de Palma con alguna de esas personas que sembraron la semilla y la hicieron crecer inicialmente para que 10 años después sea una iniciativa fuerte y absolutamente consolidada.
Como responsable de proyectos “Smart City” en LIQUID Smart Technologies ¿Con qué recursos técnicos cuentan para abordar retos de esta magnitud y cómo están enfocando su posicionamiento en el entorno de las “Smart Cities”?
El haber estado en el sector desde sus orígenes permite disponer de una visión muy completa de la dinámica del sector, de las personas clave y de donde se encuentra el conocimiento relevante. Una amplia red de contactos y alianzas con actores claves del sector nos sitúa en una excelente posición para poder configurar y coordinar equipos de trabajo ad hoc para abordar cada proyecto con las mayores garantías de éxito. Y todo ello con la flexibilidad y agilidad que caracteriza el modelo de trabajo que propugna LIQUID Smart Technologies.
